Los mismos están identificados por la presencia de conos de seguridad unos metros antes del operativo, y por el funcionamiento de las balizas de los móviles intervinientes.
Se recomienda a los conductores disminuir la velocidad y el acatamiento de los indicaciones realizadas por los agentes municipales, señales manuales que indican la detención o la circulación vehicular.
Posteriormente, deberán presentar la documentación requerida, recordando que en el caso de la falta de documentación o la negativa de presentar la misma, corresponde el secuestro de la unidad.
En referencia al test de alcoholemia, el inspector municipal cuenta con la colaboración de un médico encargado de realizar el control correspondiente. En el caso de negarse a efectuar la prueba, el médico interviniente considera la misma como positiva procediendo al secuestro del vehículo.
Los controles se llevan a cabo para evitar accidentes y contribuir al ordenamiento del tránsito, por lo que se solicita la colaboración de los conductores y peatones.
Estos operativos participan inspectores del CUIM y de la Agencia de Seguridad Vial.
Fuente: Prensa MBB
