Finalizaron los trabajos civiles de la nueva fuente construida por el municipio en la plaza Rivadavia, sobre calle Alsina, la cual dispondrá de ocho chorros de agua que alcanzarán una altura de 1,40 mts.
La construcción, realizada a nivel de piso y rodeada de un murete perimetral de 15 centímetros de altura, demandó una inversión de 230 mil pesos, incluyendo el dinero destinado a la demolición de la obra preexistente en el lugar.
La etapa concluida incluyó la construcción de una cisterna, una canaleta central y ocho cámaras de las cuales surgirá el agua.
Queda pendiente de ejecución la perforación de la cual se tomará el líquido y la provisión de bombas y aparatos especiales que generarán el movimiento del agua y su iluminación.
Esta obra es la última que realiza la comuna en la puesta en valor de la plaza, intervención que comenzó dos años atrás e incluyó la construcción de veredas perimetrales, el retiro de árboles en mal estado y la ejecución de playones de cemento en bulevares y rotonda central.
Quedó pendiente de resolución la ejecución de baños públicos, una reiterada demanda de los vecinos desde que, en 2004, se clausuraron los sanitarios subterráneos.
Movimiento, luz y color.
Con variación en su diseño pero con la misma propuesta que hace 44 años, se ideó esta nueva fuente, inspirada en la existente en el Paseo de las Esculturas, sobre la avenida Urquiza.
Al igual que su antecesora --materializada en 1967-- mantiene la idea del agua y el juego de luces acompañando su movimiento. Aquel primer emprendimiento fue un fracaso por las repetidas fallas en las bombas y en el equipo lumínico.
En 1977 se la mencionó en este diario como "un desaire a la estética" y en 1990 se la rellenó de tierra y flores, reconvertida en un gigantesco macetón. Demolida en 2010, dará lugar ahora a una reinterpretación de aquel proyecto.
