Habrá audiencia pública antes de reformar el CPU

Vecinos e instituciones vinculadas con el sector inmobiliario podrán opinar sobre las próximas modificaciones al Código de Planeamiento Urbano.


El 20 de julio se llevará a cabo una audiencia pública para que particulares y entidades públicas y privadas den su parecer sobre las reformas que se pretenden realizar al Código de Planeamiento Urbano (CPU) en el caso del área central de la ciudad.
     

Así lo anunció ayer en el Concejo Deliberante el arquitecto Marcelo Lenzi, coordinador de la Unidad de Reformulación del CPU, cuando dio a conocer el cronograma de exposiciones acerca de los diferentes módulos que abarca la nueva normativa. En estos días se terminarán de escribir los artículos y los concejales analizarán la propuesta.
     
Los cambios en las normas para construir en el área central --circunscripta por el canal Maldonado y el anillo ferroviario que rodea el centro-- se sumarían a otros que ya tienen vigencia sobre zonas de la ciudad como el periurbano y los barrios Universitario y Napostá.
     

No obstante, para definir esas modificaciones al CPU, aprobadas por el Concejo en abril, no se llamó a audiencia pública. La concejala oficialista del FPV-PJ, Diana Larraburu, explicó por qué no se realizó la convocatoria en las anteriores oportunidades.
     

"Para los cambios ya realizados no era obligatorio hacer la audiencia pública porque con esas modificaciones se bajó la carga constructiva, no se aumentó. Ese es un dato muy importante a tener en cuenta porque hubo quienes piden una audiencia pública para Universitario y Napostá cuando, en realidad, en esos barrios se redujo la carga constructiva. Fue una modificación menor, no sustancial", sostuvo.
     

Las últimas reformas al CPU para Universitario y Napostá estuvieron cargadas de polémica, ya que la nueva norma puso límites a la cantidad de pisos que se pueden construir en el sector (dependiendo de la calle, tres, cuatro o cinco pisos), pero grupos de vecinos reclaman la prohibición total de construir edificios multifamiliares.
     

Desde hace varios años se desató este conflicto entre residentes de la zona y desarrolladores inmobiliarios. Los vecinos afirman que el boom de la construcción impactó negativamente en la fisonomía tradicional del lugar y la calidad de vida de sus habitantes.

Fuente: La Nueva Provincia
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