La ex ruta 229 ya resulta insuficiente

El tránsito pesado producto del funcionamiento de varias empresas, junto con el crecimiento poblacional del sector, conforman un peligroso combo en el antiguo camino a Punta Alta.


El creciente tránsito de vehículos pesados, junto con el aumento de la circulación de autos particulares producto del crecimiento poblacional del sector, hacen que la ex ruta 229 a Punta Alta, hoy avenida Rafael Obligado, se encuentre saturada.

Según un relevamiento realizado por este diario, los principales problemas derivan de los numerosos camiones que realizan maniobras de carga y descarga de mercaderías, seguido por el exceso de velocidad con el que circulan camiones y automóviles.
     
El panorama se verá agravado en poco tiempo más cuando se inauguren varios complejos habitacionales que sumarán unos 8.000 habitantes al sector comprendido entre el Seminario La Asunción y la intersección de Obligado con la ruta 252.
     
En los casi 3 kilómetros que abarca, hay tres empresas que realizan tareas logísticas: Ferrocargas del Sur, Coca Cola y Nutregal, además de los silos correspondientes a Cargill, que si bien se encuentran sobre la ruta 252, aportan a las calles numerosos vehículos pesados.
     
Por momentos la avenida se ve colapsada, especialmente frente al Seminario y el acceso a la Coca Cola, donde finaliza el recorrido de la línea 514, cuyas unidades deben girar en U sobre para retomar su recorrido hacia el centro.
     
En todo el tramo los carteles indican que está prohibido circular a más de 40 kilómetros por hora, aunque en realidad sólo los ciclistas respetan esa norma.
     
Héctor Parmigiani, presidente de la sociedad de fomento del barrio San Miguel, sospecha que "Dios vive en alguna casa del lugar", ya que, según dice, no hay accidentes graves de milagro.
     
También afirma que el tránsito de camiones "es un desastre", a la vez que alerta que cuando se encuentren finalizadas las casi 800 viviendas que se construyen en terrenos cercanos a la zona, el tráfico de autos resultará por demás caótico.
     
"En la actualidad hay mucho tránsito de camiones debido a Coca Cola y Nutregal y eso es un peligro para la gente. Coca Cola invirtió unos 35 millones de dólares en reformas de la planta, pero ni siquiera tuvieron en cuenta trazar un acceso alternativo de unos 500 o 600 metros que no genere la circulación de camiones por un sector residencial como este", dijo Parmigiani.
     
El fomentista manifestó su preocupación porque a pocos metros de las empresas se encuentra el colegio La Asunción, que cuenta con una matrícula de 900 alumnos, y en los horarios de entrada o salida de la institución se juntan entre 100 y 150 autos, lo que agrava la situación.
     
"Me junté con el intendente y le expliqué nuestra preocupación. Si bien tuvo una actitud positiva a nuestros reclamos, yo no vi ningún proyecto concreto en estos dos años que llevamos hablando del tema. Mientras tanto Coca Cola sigue construyendo y nos van a terminar metiendo unos 100 camiones por día una vez que terminen los trabajos de ampliación", sostuvo.
     
Parmigiani afirmó que la calle necesita modificaciones de manera urgente, a la vez que manifestó sentirse marginado por la ausencia de obras públicas para ese sector de la ciudad.

Desde el otro costado. 
En la sociedad de fomento de Grünbein, que se encuentra al otro extremo de la avenida, su presidente Bernabé Colki aseguró que uno de los mayores problemas lo producen los camiones que cargan gaseosas en Coca Cola.
     

"Uno viene del centro y se encuentra con transportes de carga mal estacionados en la banquina, cruzados sobre la cinta asfáltica o también es común que circulen muy despacio y compliquen el tránsito, más cuando pretenden ingresar a la empresa a cargar mercadería y ponen la luz de giro cortando el tránsito en ambas manos y amontonando a todos los que vienen detrás", dijo.
     

También mencionó a los camiones particulares que esperan para cargar mercadería en los silos de la ruta 252 y se estacionan en la intersección de Rafael Obligado, metros antes del paso a nivel, provocando un desorden que lleva años sin solución.
     

"Cuando bajan desde la ruta 252 lo hacen a grandes velocidades, a la vez que si tienen que descargar ocupan las vías, las banquinas y a veces no se puede cruzar si alguien necesita hacerlo; este es un problema que lleva años", afirmó.
     

Colki también cuestionó la falta de controles de tránsito en Rafael Obligado, aunque sí aseguró ver a menudo que se realizan en la rotonda de El Triángulo.

"Esperamos que la empresa termine su obra"
 El delegado municipal en Villa Harding Green, Leonardo Pombo, dijo que la avenida requiere un estudio integral y un diagrama de obras capaz de hacerla sustentable en el tiempo.
     

"Debe ser una obra general, no sólo por Coca Cola, sino por el crecimiento del parque automotor y la demanda de colectivos. El intendente le pidió a los técnicos del municipio que trabajen en el tema pero hay que pensarlo y diagramarlo", indicó.

En su opinión, los problemas de tránsito se deben al incremento en el parque automotor de la ciudad y estima que cuando se entreguen las primeras 260 viviendas del Plan Federal, la circulación en el sector va a aumentar de manera considerable.
  

Por otra parte, comentó que las importantes obras de ampliación que realiza la firma Coca Cola agregarán más camiones, aunque aseguró que existe un proyecto para construir una vía alternativa para que los vehículos de carga salgan a la ruta 3 norte y no circulen por Rafael Obligado.
     

Sobre la ciclovía construida por la comuna y que se encuentra interrumpida por las obras de la empresa (se levantó un tramo), dijo que la firma se comprometió a realizar los arreglos correspondientes e, incluso, a mejorarla.
     

"Los vecinos se reunieron con el intendente para plantear ese problema y Cristian Breitenstein les dijo que lo iba a resolver en el transcurso del tiempo, pero primero queremos que la empresa concluya la obra".
     

Pombo afimó que el municipio construyó cinco dársenas para que los colectivos tengan dónde frenar para el ascenso o descenso de pasajeros, ya que cuando lo hacían en las banquinas se formaban pozos que constituían un peligro.
     

"En los horarios de entrada y salida del colegio La Asunción tienen que venir inspectores a controlar el tránsito porque es un caos, ya que la ciudad ha crecido y va a continuar creciendo", argumentó.
     

Luego aseguró que desde la dependencia municipal realizan tareas periódicas de limpieza en toda la extensión de Rafael Obligado, pero cuesta concientizar a los comerciantes para que dejen de arrojar basura en las banquinas o la ciclovía.

Qué dicen los vecinos
* "Baja mucha gente de Espora y los camiones pasan a toda velocidad, yo he visto muchísimos accidentes en el transcurso de los 29 años que llevo trabajando acá. La mayoría de los vehículos que circulan son camiones". Jorge Scarabotti, dueño de una gomería en la intersección de la ruta 252 y Rafael Obligado.

* "Es una calle muy transitada, con el paso de los años la velocidad y la cantidad de autos y camiones ha ido en aumento. Grünbein se pobló poco en los últimos años, pero en San Miguel o barrio El Polo hay más gente". Noelia Villar, vecina de Grünbein.

* "En Ferrocargas del Sur los camiones que entran y salen a cargar los trenes se cruzan sin respetar nada, no hay sendas peatonales ni señales de tránsito. Una vez al mes, seguro hay un vuelco en el cruce de la ruta 252 y Rafael Obligado". Analía Loza, vecina.

* "Hace unos días un auto volcó contra el alambrado de Ferrocargas del Sur por morder la banquina que se encuentra descalzada en ese sector. Además no hay señales de tránsito y sería difícil ampliar este camino porque de los dos lados están las casas pegadas a la calle". Gustavo García, trabaja en Grünbein.

* "La 319 pasa rápido y los camiones que van a los silos circulan a excesiva velocidad. Sabemos que es una ruta, pero la transita mucha gente que vive en el sector y que anda en bicicleta". Rocío Haug, vecina.

Fuente: La Nueva Provincia
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