Un sector no se opone a los edificios en altura y critica a quienes buscan impedir este tipo de desarrollo inmobiliario.
Un grupo de vecinos del barrio Universitario se manifestó en las últimas horas a favor de los cambios introducidos en abril al Código de Planeamiento Urbano (CPU).
Se trata de un nuevo espacio de opinión desde que el Concejo Deliberante aprobó por mayoría una serie de reformas a las normas de construcción en los barrios Universitarios y Napostá, ya que hasta el momento sólo se habían escuchado las voces vecinales en contra de las modificaciones.
Carlos Forgia, domiciliado en Alvarado al 1100, es una de las caras visibles de los vecinos que consideran beneficiosos a los cambios en el CPU. Las nuevas normas permiten edificios de hasta tres pisos --en calles troncales se admiten cuatro y cinco pisos--, cuando antes podían levantarse estructuras de más de diez pisos.
"Antes existía un desorden generalizado y la nueva norma avanza claramente sobre distintos aspectos, resolviendo los problemas. Según las charlas con vecinos, la mayoría está a favor del nuevo Código", destacó.
En cuanto a las voces críticas que se escucharon hasta el momento, recordó que ese grupo exige la prohibición para construir cualquier tipo de edificio multifamiliar, postura que calificó de equivocada.
"Hay un grupito que no quiere que se haga nada. Eso no es correcto. Si yo soy dueño de un lote puedo hacer lo que quiera, mientras respete un código de ordenamiento. Nosotros no tenemos un barrio privado ni con condiciones de barrio parque. Este es un barrio tranquilo pero como cualquiera, no veo por qué debemos tener un régimen especial", señaló.
En los últimos tiempos, el grupo de vecinos al que hizo mención Forgia realizó cortes parciales en distintas cuadras del sector, reclamando que no se lleve a cabo la construcción de edificios.
"Dicen hablar en nombre de los vecinos del barrio Universitario y la verdad es que muchos de nosotros no nombramos representantes. Tienen que aclarar que son algunos vecinos del sector, pero muchos otros estamos de acuerdo con las reformas.
"Dijeron que iban a impedir hasta las últimas consecuencias la construcción de un edificio en San Juan al 500 proyectado por el arquitecto Alberto Del Viso, que tendrá planta baja y dos pisos, y será destinado a oficinas, argumentando que va a afectar la calidad de vida del barrio. Es totalmente absurdo", expresó.
Luego admitió que existen problemas en los servicios públicos, principalmente en la red cloacal, la cual se satura en distintos puntos del barrio.
"Esta insuficiencia se generó a partir del crecimiento de la densidad poblacional, devenida de la construcción de edificios. Por eso era necesario limitar la cantidad de pisos que se pueden construir en el barrio. En tanto, será necesario avanzar en inversiones en las redes para terminar con los problemas existentes", opinó.
Finalmente, comentó que el grupo que adhiere a la normativa dejó de reunirse una vez que la modificación fue aprobada por el Concejo.
Defensa.
Forgia no sólo defendió los cambios en las normas sino que también remarcó que muchos vecinos acompañaron al arquitecto Marcelo Lenzi, coordinador de la Unidad de Reformulación del CPU, en la elaboración de dichas modificaciones. "Nos explicó perfectamente todo lo que se iba a poder hacer y lo que no", resaltó.
