Colón, Alem y Estomba, las más ruidosas

Según un estudio de la Facultad Regional de la UTN los mayores problemas locales se registran en horas del mediodía y al atardecer. El eje Estomba-Chiclana, junto con las avenidas Colón y Alem son las calles mas ruidosas de la ciudad y, por momentos, las mediciones marcan un máximo de 75 decibeles, es decir, 5 decibeles más que lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.


Los picos del problema se manifiestan durante el mediodía y a fines de la tarde, disminuyendo luego de manera progresiva su intensidad.
     
El informe elaborado por el ingeniero Víctor Cortínez del Centro de Investigaciones Mecánicas Teóricas Aplicadas, de la Universidad Tecnológica Nacional, fue presentado ayer en el marco de la 10º Jornadas Municipales de Medio Ambiente, encuentro presidido por el intendente Cristian Breitenstein y en el cual un panel integrado por ingenieros de empresas del Polo Petroquímico, Comité Técnico Ejecutivo (CTE) y UTN expusieron sus conclusiones sobre la contaminación sonora en la ciudad.
     
"La causa principal de esos valores es el flujo vehicular, pero las soluciones al problema resultan muy complejas, ya que la contaminación sonora es un problema que sucede en todas las ciudades del mundo y no se puede simplificar".
     
Cortínez agregó que la situación debe ser analizada dentro de un contexto, ya que no se puede evaluar el tema sin tener en cuenta otros aspectos.
     
"Salvo que sea nocivo para la salud en forma directa, como podría ser como la contaminación atmosférica que genere tóxicos cancerígenos, por ejemplo, el ruido es un aspecto más de la problemática del tráfico y las soluciones resultan muy complejas, por ello no se puede simplificar" 
     
Luego, los ingenieros Fernando Rey Saravia y Facundo Pons, expusieron la manera en que se trabaja desde el CTE, organismo encargado de controlar, entre otros aspectos, la contaminación sonora de 20 plantas que integran el Polo industrial local.
     
Facundo Pons anunció que, desde 2002 a la actualidad, los ruidos que emiten las empresas se redujeron a razón de 0,25 decibeles por año.
     
"Las mediciones auditivas las realizamos a las 3, 6 y 21 horas, en 5 puntos estratégicos de White, ya que en esos horarios es cuando el tráfico disminuye y no hay interferencias para conocer el valor real de las mediciones", dijo.

Decibeles y calidad de vida
El oído humano tiene un límite para tolerar el volumen y la frecuencia en la presión acústica. Cuando se lo supera, comienzan a aparecer trastornos auditivos, sociales y nerviosos.

Algunas consecuencias de la contaminación sonora pueden manifestarse en estrés, insomnio, falta de atención, irritabilidad nerviosa y alteraciones en la audición. 
     
Los principales productores de ruido molesto son el transporte automotor y aéreo, las obras en construcción, los sistemas de audio de gran potencia y, en ambientes internos, los sistemas de ventilación, las máquinas de oficina y los artefactos electrodomésticos.
     
Como consecuencia del ruido, se calcula que un tercio de la población mundial ve afectada su calidad de vida. Y además las lesiones auditivas son irreversible
     
Si bien muchos piensan que sentir un zumbido en los oídos puede ser una alerta o llamado de atención, es en realidad un síntoma tardío, que significa que el daño ya está instalado.

* Los sonidos que generan mayor daño son los que superan los 100 decibeles (dB), como el de un martillo neumático en la vía pública con 100 dB, si se escucha sostenidamente por más de dos horas. 

* La bocina de un automóvil se encuentra en el umbral máximo soportable, llamado también umbral del dolor acústico, produce 120 dB. 

* Un concierto de rock oscila entre los 90 y los 130 dB. En el primer caso puede escucharse hasta ocho horas seguidas, pero los que utilizan equipos de mayor potencia, con niveles que alcanzan los 130 decibeles, no deberían escucharse más de cuatro minutos sostenidamente.

Fuente: La Nueva Provincia
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